Antidiabético oral que actúa aumentando la secreción pancreática de insulina. Ha demostrado reducir el riesgo de complicaciones microvasculares en pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Produce hipoglucemias y aumento de peso. Dosis única diaria. Contraindicada en insuficiencia renal y hepática grave. Coste bajo
Antidiabético oral del grupo de las sulfonilureas. Estimula la secreción pancreática de insulina y probablemente también potencia su acción en los tejidos. Su efectividad depende de las reservas insulínicas del páncreas. Tiene un potente efecto hipoglucemiante (reducción de 1-1,5% de HbA1c). Reduce el riesgo de complicaciones microvasculares. Menor riesgo de hipoglucemia grave y vida media corta, por lo que sería de elección en ancianos. Potencia el efecto de los antagonistas de la vitamina K.
- Diabetes mellitus tipo 2, cuando la dieta y el ejercicio son insuficientes. En monoterapia o en combinación con otros antidiabéticos orales o a insulina.
- Opción terapéutica si metformina no se tolera o está contraindicada, o asociada a metformina en doble o triple terapia, teniendo en cuenta el perfil del paciente y su potente efecto.
- Gliclazida, glimepirida y glipizida son, en este orden, las que menos hipoglucemias y aumento de peso producen.
- Vía oral en dosis única diaria, antes o después del desayuno o de la comida principal. Los comprimidos pueden partirse en mitades iguales.
- Dosis inicial recomendada de 1 mg/ 24h. Después se ajusta según la respuesta, a razón de 1 mg cada 1-2 semanas. La dosis máxima recomendada es 4 mg/24h, aunque la dosis máxima autorizada es de 6 mg/24h.
- ENDOCRINOS: Hipoglucemia, que puede ser más grave que con otras sulfonilureas debido a su mayor semivida de eliminación y generalmente puede corregirse ajustando la dosis. También aumento de peso.
- DIGESTIVOS: náuseas, vómitos, ardor epigástrico, anorexia, estreñimiento o diarrea, alteración del gusto. Generalmente se relacionan con la dosis.
- HEMATOLÓGICOS: discrasias sanguíneas, leucopenia con o sin agranulocitosis, linfocitosis o trombocitopenia (primeras 6 semanas de tratamiento y revierten al suspender la glibenclamida), anemia hemolítica, aplasia medular. Pueden aparecer crisis de porfiria.
- HEPÁTICAS: aumento de transaminasas y de fosfatasa alcalina. Ictericia colestática.
- HIPERSENSIBILIDAD: raramente reacción alérgica cutánea (fotosensibilidad, erupción cutánea, púrpura, prurito, eritema, dermatitis exfoliativa).
- OTROS: cefalea, mareos, parestesias, visión borrosa.
- Alergia a sulfamidas y tiazidas.
- Diabetes mellitus tipo 1.
- Cetoacidosis diabética.
- Insuficiencia renal (ClCr <30 ml/min).
- Insuficiencia hepática grave (Child-Pugh C).
- GLUTEN/LACTOSA: contiene lactosa.
- EMBARAZO: Clase C de la FDA. No se recomienda porque no garantiza un control glucémico adecuado. Uso contraindicado según ficha técnica.
- LACTANCIA: se excreta en la leche materna. Está contraindicada por el riesgo de hipoglucemia en el lactante.
- PEDIATRÍA: no se recomienda en menores de 18 años.
- INSUFICIENCIA RENAL: monitorizar la glucemia si FG 30-90.
- INSUFICIENCIA HEPÁTICA: monitorizar la glucemia en IH leve-moderada (clase A y B de Child-Pugh)
- PORFIRIA: su uso se ha asociado a crisis de porfiria. No se recomienda.
- Déficit G6PDH (glucosa 6 fosfato deshidrogenasa): las sulfonilureas favorecen el desarrollo de anemia hemolítica. Debe considerarse otra alternativa terapéutica en estos pacientes.
- Hormonas tiroideas: se debe monitorizar los niveles de TSH, T3 y T4 y suspender el tratamiento en caso de disminución de las mismas.
- Anticonceptivos orales estrogénicos: disminuyen el efecto de las sulfonilureas, produciendo riesgo de hiperglucemia, sobre todo con etinilestradiol.
- Ranitidina: posiblemente aumenta su efecto hipoglucemiante.
- Rifampicina: puede reducir la concentración plasmática de glimepirida por inducir su metabolismo hepático. Puede ser necesario aumentar la dosis de glimepirida.
- Quetiapina, olanzapina, paliperidona, risperidona: posible hiperglucemia, no se recomienda su asociación.
- Beta-bloqueantes: pueden potenciar el efecto hipoglucemiante, especialmente los no cardioselectivos. También pueden enmascarar la taquicardia secundaria a hipoglucemia. El riesgo de los beta-bloqueantes oftálmicos es mucho menor. Se recomienda monitorizar la glucemia si se añade un beta-bloqueante o se modifica la dosis.
- Antidepresivos tricíclicos, IMAO, ciprofloxacino, levofloxacino, ketoconazol, miconazol, fluconazol, cotrimoxazol, claritromicina, eritromicina: pueden potenciar su efecto hipoglucemiante.
- Antagonistas de vitamina K: puede aumentar el efecto anticoagulante, y al mismo tiempo, éstos potenciar el efecto hipoglucemiante. Se recomienda controlar estrechamente el INR y la glucemia y ajustar la dosis si es necesario.